Tres técnicas de cuidados auxiliares de enfermería (TCAEs) del Hospital Universitario San Agustín de Linares han sido galardonadas con el primer premio en el XXXIV Congreso Nacional de TCAEs, celebrado recientemente en Pamplona. El encuentro, que reunió a cerca de 450 profesionales de toda España, estuvo centrado en la oncología ginecológica y el cáncer de mama.

Las profesionales premiadas —Isabel Teresa Gómez, María del Pilar Alcaide y Bella Alicia Martínez— presentaron un trabajo en formato póster titulado “Plan de Humanización de Pacientes Oncológicos: relación paciente-TCAE”, basado en su experiencia directa y en la del equipo de TCAE del Hospital Médico Oncohematológico.

El proyecto pone el foco en la importancia de ofrecer cuidados empáticos, dignos y respetuosos a los pacientes oncológicos, reconociendo el papel clave que desempeñan los TCAE como primer contacto en el proceso asistencial. “La humanización consiste en centrar la atención en la persona, en sus necesidades físicas y emocionales, y en ofrecer un trato amable, respetuoso y confortable”, explican las autoras.

Entre los resultados obtenidos, destacan la creación de vínculos estrechos entre paciente y profesional, la reducción del estrés y la ansiedad, el aumento de la confianza en el equipo sanitario y una actitud más positiva frente al tratamiento, lo que repercute directamente en la calidad de vida del paciente.

Para la elaboración del trabajo, el equipo revisó bibliografía especializada, incluyendo monografías sobre humanización en la atención sanitaria y el Manual de estilo para comunicación en el paciente del Servicio Gallego de Salud (SERGAS), entre otros documentos.

La directora de Enfermería del Hospital Universitario San Agustín, Isabel Herrero, ha valorado muy positivamente este reconocimiento: “Este tipo de trabajos aportan una visión más amplia al colectivo de TCAE, sumándose al resto del equipo asistencial que atiende a pacientes oncológicos, que requieren una atención muy especial. Que además se reconozca con un premio nacional, visibiliza su labor y refuerza su papel dentro de los equipos de trabajo. Es un orgullo para este centro hospitalario que su trabajo haya destacado entre los presentados por otros hospitales, incluso más grandes que el nuestro”.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con sede en Granada, ha ratificado en su totalidad la sentencia dictada contra un hombre condenado por un delito de agresión sexual cometido contra un menor de edad en el municipio de Jaén durante el verano de 2020.

El tribunal ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la defensa del condenado, confirmando así la pena de doce años, seis meses y un día de prisión. La resolución considera acreditados los hechos y la responsabilidad penal del acusado, quien se aprovechó de su posición de confianza y superioridad para cometer el delito.

Los hechos se remontan a la noche del 17 al 18 de agosto de 2020, cuando el condenado, de nacionalidad cubana y empleado de confianza de la familia del menor, quedó al cuidado del niño y otros tres menores en un cortijo de Jaén. Durante una actividad lúdica, el acusado se quedó a solas con el menor en una habitación, donde se produjeron los actos de agresión sexual.

El menor, que presenta una capacidad intelectual limitada, no pudo oponer resistencia ante la situación, quedando bloqueado emocionalmente.

El TSJA ha destacado la solidez del testimonio del menor, así como la coherencia de las declaraciones de los otros niños presentes, quienes relataron lo ocurrido de forma inmediata. Los informes médicos y forenses confirmaron lesiones compatibles con una agresión sexual, y se hallaron restos biológicos del acusado en la ropa de cama, lo que reforzó la prueba pericial.

Además de la pena privativa de libertad, el condenado deberá:

• Indemnizar al menor con 10.000 euros por los daños físicos y psicológicos sufridos.

• Cumplir 32 años de inhabilitación especial para ejercer cualquier actividad profesional relacionada con menores.

• Mantenerse alejado de la víctima y no residir en la misma localidad durante más de 20 años.

La sentencia queda firme, salvo que se interponga recurso de casación ante el Tribunal Supremo.